- La enfermedad periodontal puede provocar la pérdida de dientes y afecta a muchos gatos adultos.
- Dependiendo de la salud general de tu gato, las bacterias de la enfermedad periodontal pueden diseminarse y afectar otros órganos.
- Es aconsejable hacer, que el cepillado de dientes sea agradable para tu gato recompensándolo inmediatamente después de cada sesión.
- Ten mucha paciencia cuando le enseñes a tu gato a aceptar cepillarse los dientes.
ENFERMEDAD PERIODONTAL: ¿POR QUÉ DEBEMOS CEPILLARLOS?
La enfermedad periodontal (acumulación de placa y sarro con inflamación de las encías) puede provocar la pérdida de dientes y afecta a muchos gatos adultos. Dependiendo de la salud general del gato, las bacterias de la enfermedad periodontal pueden diseminarse y afectar otros órganos. Una de las mejores formas de ayudar a prevenir la enfermedad periodontal es cepillar los dientes de tu gato a diario, o al menos varias veces a la semana. Los gatos nunca son demasiado jóvenes para empezar a cepillarse los dientes en casa; de hecho, cuanto más jóvenes, mejor. En la próxima consulta, pídenos revisar los dientes de tu gato antes de comenzar a cepillarlos. Podremos recomendarte una limpieza dental para eliminar la placa y el sarro existentes, que contribuyen a la enfermedad periodontal, este procedimiento se realiza bajo anestesia general, por lo que es importante prevenir para no tener que llegar a hacerlo. Si tu gato tiene una enfermedad dental grave, se puede recomendar la extracción de los dientes afectados.
LO QUE NECESITAS
- Un cepillo de dientes para bebés o un cepillo de dientes para mascotas del tamaño apropiado para gato; Si tu gato no tolera un cepillo de dientes, puedes usar un pequeño paño para lavarlos.
- Pasta de dientes para mascotas.
Nota: No uses pasta de dientes para personas o bicarbonato de sodio para cepillar los dientes a tu gato. La pasta de dientes humana está hecha con ingredientes que pueden causar malestar estomacal si se ingieren (por ejemplo, detergentes, flúor). La pasta de dientes para gatos viene en diferentes sabores (por ejemplo, aves, res, pescado). Es posible que debas probar un par de sabores para encontrar el que más le guste a tu gato. Cuanto más le guste la pasta de dientes, más fácil será enseñarle a aceptar el cepillado.
TÉCNICA
- El cepillado de los dientes debe ser una experiencia de unión que se refuerce constantemente con elogios y recompensas. Ten mucha paciencia: enseñarle tu gato a aceptar el cepillado de dientes puede llevar semanas. Es importante hacer que el cepillado de dientes sea agradable para tu gato recompensándolo inmediatamente después de cada sesión.
- Debes empezar cepillando la parte exterior de los dientes de tu gato, el lado que mira hacia la mejilla. Solo haz lo que tu gato permita a la vez. Es posible que no puedas hacer toda la boca al principio.
- Si alguna vez te preocupa ser mordido o arañado, detente
- Comienza dejando que tu gato se acostumbre al cepillo y la pasta de dientes. Sácalos y deja que tu gato los huela. Puedes dejar que tu gato pruebe la pasta de dientes para ver si le gusta.
- Además, haz que tu gato se acostumbre a que se le toque la boca. Levanta sus labios y frota lenta y suavemente los dientes y encías con tu dedo. Es posible sea recomendable, sumergir el dedo en algo que tu gato encuentre sabroso, como jugo de una lata de atún.
- Cuando tu gato se sienta cómodo con que le toquen la boca y esté familiarizado con el cepillo y la pasta de dientes, gradualmente pon pasta en tu dedo y en el cepillo de dientes. Deja que tu gato lama la pasta, al principio, para acostumbrarse a tener el cepillo en la boca. Si tu gato no tolera un cepillo de dientes, puedes usar un pequeño trozo de paño. Coloca una pequeña cantidad de en el paño y frótalo sobre las superficies externas de los dientes.
- Cepilla los dientes de tu gato a lo largo de la línea de las encías. Trabaja rápido, no necesitas fregar. Trabaja hasta 30 segundos de cepillado para cada lado de la boca, al menos, cada dos días.
- Si notas algún problema al cepillarse los dientes, como encías rojas o sangrantes o mal aliento, llámanos. Cuanto antes se detecten los problemas, más fácil será tratarlos.
Fuente: Today’s Veterinary Nurse